Si tienes una idea de negocio, explícasela lo antes posible a tus clientes potenciales, pide todo el feedback que puedas. Compártela cuantas más veces mejor. Piensa que es cierto que pueden copiarte la idea pero lo importante es ejecutarla, no la idea en sí misma. Una idea puede ejecutarse de muchas formas y probablemente no todas serán viables. |
Para ello, construye un prototipo de tu propuesta de valor simple pero eficaz con el que puedan interactuar tus clientes y/o usuarios y que pueda proporcionarte información relevante sobre si lo que ofreces realmente les aporta valor.